¿A donde van los desaparecidos?



¿A DONDE VAN LOS DESAPARECIDOS?

En el país del sagrado corazón, en la Colombia que es y va pa-sión, en el espeso humo de la noticia de la fuga de Oscar Tulio Lizcano, en resumen, en el país de la seguridad democrática los desaparecidos no tienen cubrimiento en horario prime time, ni informes de última hora, ni entrevistas a sus dolientes, ni señales satelitales en el lugar de la noticia, ni mucho menos millonarias recompensas para quienes entreguen información de los responsables de las desapariciones. Apenas noticias al margen de 30 segundos, y análisis ridículos y banales en algún programa de opinión a las 12 de la noche (¿Quién tiene ganas de verle la carota a la Gurí o al bonachón de Jorge Alfredo Vargas a medianoche?). ¿Será que los desaparecidos, por ser pobres no cuentan para los medios de comunicación?. Si, ya se sabe, el viejito Lizcano se escapó, pero ¿por qué tanta vaina con la misma noticia durante tres días seguidos, en la mañana, al medio día, por la tarde, en los avances noticiosos, y en todos los canales? ¿Y los jóvenes desaparecidos de Soacha, que?

Y es que los 11 jóvenes que fueron desaparecidos un día en Soacha, y que aparecieron muertos por el ejército al otro día en Ocaña, son apenas una mínima parte de la dolorosa y macabra realidad a la que se le ha dado el nombre de seguridad democrática. Según el mismo director de medicina legal Pedro Franco ya son 90 los cuerpos que presentan un patrón similar de desaparición, el tiempo de reporte de los familiares también coincide y la muerte de todos ellos se produjo por heridas de proyectil por arma de fuego de alta velocidad; las desapariciones no han sido solo en Soacha, Cundinamarca, sino también en regiones de Antioquia, Putumayo, Caquetá, Córdoba, Sucre y Barranquilla; han aparecido casos con las mismas coincidencias pero desaparecidos en diferentes sitios de origen y que aparecen en otros sitios del país.
El retiro forzoso de tres oficiales del ejército solo confirma lo que en Soacha y en muchas partes del país era un secreto a voces, el ejército es el responsable de estas y otras desapariciones y las posteriores ejecuciones extra-judiciales, pero esto no es sino la punta del iceberg de la sistemática violación de derechos humanos por parte del militarismo hecho gobierno. Según la Coordinación Colombia Europa Estados Unidos, formada por 199 organizaciones colombianas que trabajan por los derechos humanos, un total de 535 ejecuciones extrajudiciales se registraron en Colombia desde el 1 de enero de 2007 al 1 de julio ultimo, más de la mitad de ellas contra menores de edad. Aseguran que en el último quinquenio hubo un aumento del 67 por ciento en los registros de ejecuciones extrajudiciales atribuidas a la fuerza pública. Este período coincide con la aplicación de la política de seguridad democrática promovida por el gobierno presidido por Alvaro Uribe.
Los responsables de este genocidio, no pueden ser son solo estos tres oficiales, que apenas fueron retirados, y ni siquiera han sido juzgados, estos mandos medios ejecutan ordenes del alto mando militar, y el presidente como comandante en jefe de las fuerzas armadas, así como su ministro de defensa deberán responder ante los pueblos de Colombia y el mundo por este y otros muchos crímenes de lesa humanidad.
¿Entonces a donde van los desaparecidos en Colombia? Van a alguna de las 4000 fosas comunes del genocidio para-militar encontradas hasta ahora, o a alguna de las miles de fosas comunes regadas por todo el país que aún faltan por encontrar. Como la fosa de Ocaña, donde yacían nuestros jóvenes de Soacha.


Kolektivo SUR

EL FUEGO Y LA PALABRA


Colombia tierra, Colombia dignidad, la que desde el 12 de Octubre viene caminando la palabra, y palabreando el caminar en la minga de resistencia indígena que se moviliza en 16 departamentos del país. La que libera la Pacha Mama, y recupera de terratenientes y paramilitares la madre tierra.

Colombia rabia, Colombia caña, la que reclama derechos elementales, la que pelea contra la esclavitud moderna, la de los corteros de caña, que se levantan heroicamente desde el 15 de septiembre contra los dueños de los grandes ingenios de caña, estos últimos también terratenientes de la casta política del mal gobierno del país.

Colombia estudiante, Colombia obrera, jóvenes tropeliando el futuro el 22 de octubre en la Universidad Nacional, trabajadores caminando el territorio y llenando las plazas el 23, la semilla de Jaime Pardo Leal en los trabajadores de la justicia, que pararon durante más de 40 días.

Y ni la conmoción interior, ni las balas cómplices del ESMAD y la policía, ni las ridículas alocuciones presidenciales en horario triple A, ni las operetas mediáticas montadas por José Obdulio Gaviria podrán detener toda esta alegría, toda esta rebeldía que ya se vuelve nacional, y que poco a poco va corriendo el telón del embrujo autoritario, para develar el carácter verdadero del gobierno genocida.


Kolektivo SUR

EL CHÉ ESTÁ VIVO



Octubre es Ché, octubre es rebeldía, es guerrillero heroico, es fuerza mestiza, es raza rebelde, es dignidad cubana. A 41 años de su asesinato, hoy renombramos la vida diciendo Ché. Hasta la victoria siempre.Ernesto Che Guevara fue uno de los principales artífices de la Revolución Cubana en 1959, junto a Camilo Cienfuegos, Fidel Castro. Presidente del Banco Central y ministro de industrias en el gobierno revolucionario, pronuncia este discurso como delegado ante Naciones Unidas en el año de 1964. Ya avanzada la revolución, emprende la lucha por la liberación de la totalidad de los pueblos Latinoamericanos, en la que sucumbe en Bolivia, el 9 de octubre de 1967. Jean Paul Sartre describió al Che como “el ser humano más completo de nuestra época”.

Kolektivo SUR.



Cuba, señores delegados, libre y soberana, sin cadenas que la aten a nadie, sin inversiones extranjeras en su territorio, sin procónsules que orienten su política, puede hablar con la frente alta en esta Asamblea y demostrar la justeza de la frase con que la bautizaran: Territorio Libre de América.Nuestro ejemplo fructificará en el Continente como lo hace ya, en cierta medida en Guatemala, Colombia y Venezuela.No hay enemigo pequeño ni fuerza desdeñable, porque ya no hay pueblos aislados. Como establece la Segunda Declaración de La Habana: Ningún pueblo de América Latina es débil, porque forma parte de una familia de doscientos millones de hermanos que padecen las mismas miserias, albergan los mismos sentimientos, tienen el mismo enemigo, sueñan todos un mismo mejor destino y cuentan con la solidaridad de todos los hombres y mujeres honrados del mundo.Esta epopeya que tenemos delante la van a escribir las masas hambrientas de indios, de campesinos sin tierra, de obreros explotados; la van a escribir las masas progresistas, los intelectuales honestos y brillantes que tanto abundan en nuestras sufridas tierras de América Latina. Lucha en masas y de ideas, epopeya que llevarán adelante nuestros pueblos maltratados y despreciados por el imperialismo, nuestros pueblos desconocidos hasta hoy, que ya empiezan a quitarle el sueño. Nos consideraban rebaño impotente y sumiso y ya se empieza a asustar de ese rebaño, rebaño gigante de doscientos millones de latinoamericanos en los que advierte ya sus sepultureros el capital monopolista yanqui.La hora de su reivindicación, la hora que ella misma se ha elegido, la vienen señalando con precisión también de un extremo a otro del Continente. Ahora esta masa anónima, esta América de color, sombría, taciturna, que canta en todo el Continente con una misma tristeza y desengaño, ahora esta masa es la que empieza a entrar definitivamente en su propia historia, la empieza a escribir con su sangre, la empieza a sufrir y a morir, porque ahora los campos y las montañas de América, por las faldas de sus sierras, por sus llanuras y sus selvas, entre la soledad o el tráfico de las ciudades, en las costas de los grandes océanos y ríos, se empieza a estremecer este mundo lleno de corazones con los puños calientes de deseos de morir por lo suyo, de conquistar sus derechos casi quinientos años burlados por unos y por otros. Ahora sí la historia tendrá que contar con los pobres de América, con los explotados y vilipendiados, que han decidido empezar a escribir ellos mismos, para siempre, su historia. Ya se los ve por los caminos un día y otro, a pie, en marchas sin término de cientos de kilómetros, para llegar hasta los «olimpos» gobernantes a recabar sus derechos. Ya se les ve, armados de piedras, de palos, de machetes, en un lado y otro, cada día, ocupando las tierras, afincando sus garfios en las tierras que les pertenecen y defendiéndolas con sus vidas; se les ve, llevando sus cartelones, sus banderas, sus consignas; haciéndolas correr en el viento, por entre las montañas o a lo largo de los llanos. Y esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciendo cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.Porque esta gran humanidad ha dicho ¡Basta! y ha echado a andar. Y su marcha, de gigantes, ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia, por la que ya han muerto más de una vez inútilmente. Ahora, en todo caso, los que mueran, morirán como los de Cuba, los de Playa Girón, morirán por su única, verdadera e irrenunciable independencia.Ernesto “Che” Guevara.

La ReVoLuCióN eS uNa FieStA